Roger Merino - Ideeleradio
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Bajísima legitimidad

Ideeleradio.- Lo que caracteriza a este régimen en este atropello sistemático de los derechos humanos y la existencia de una captura abierta del Estado en la que el Gobierno y sus aliados van tumbándose instituciones con total descaro, afirmó Roger Merino, docente e investigador.

“Y la otra [característica] es esta captura básicamente abierta del Estado en la cual el Gobierno [y sus] aliados, explícitos e implícitos, van tumbándose instituciones con total descaro. Y cuando conviene el Gobierno queda callado, no dice nada; entonces, el Congreso va avanzando, son poderes funcionales totalmente”, declaró en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.

“Ambos quieren quedarse, ambos tienen bajísima legitimidad, el Ejecutivo y Legislativo, y ambos conviven con esta situación de captura en la cual ceden poder a un grupo de mafias, que están ahí atrincheradas en el Ministerio Público, desde el sector informal o las sombras de la economía, también estos intereses con las universidades, con estos sectores informales también, la desregulación”, apuntó.

Atropello de los derechos humanos

Expuso que esta situación de captura del Estado y de atropello sistemático de los derechos humanos son elementos que explican un poco la dinámica de un gobierno que es, “sin ninguna duda, autoritario”.

“Un […] elemento tiene que ver con este atropello sistemático de los derechos humanos. Las primeras medidas que toma el Gobierno fueron una represión brutal, estigmatizadora, fuera de todo parámetro legal mínimo de derechos humanos”, manifestó.

“Entonces, esa medida o esas medidas fueron un punto de bajo cualquier mirada jurídica mínima de derechos humanos. Es una amenaza latente. O sea, el gobierno mantiene esa amenaza frente a la represión, esa estigmatización. Es una característica me parece fundamental”, agregó.

Un escalamiento autoritario

El analista argumentó, del mismo modo, que lo que hay es “un escalamiento autoritario”, pues los estados de excepción ya se venían dando de forma indiscriminada en determinados espacios regionales y de manera focalizada.

“Yo creo que, además, es un proceso gradual. Algunos empezaron a mencionar cuando era evidente que […] se había realizado ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas armadas y policiales, se hablaba de un giro autoritario, pero, en realidad, lo que vemos es lo que yo llamo un escalamiento autoritario, porque ya se ha usado el derecho penal en los últimos años con modificaciones para ampliar delitos para perseguir a protestantes, a líderes sociales”, aseveró.

“Claro que esos procesos han estado localizados en determinados espacios, donde se ha usado el estado de excepción, estados de emergencia de manera indiscriminada, todo lo que es el corredor minero, en la Amazonía [por] el tema de las petroleras. O sea, ha sido un autoritarismo focalizado”, anotó.

Estados de emergencia nacional

Sostuvo que, desde su punto de vista, hemos pasado de “autoritarismos cotidianos a nivel de territorios específicos” a “estados de emergencia nacional frente a las protestas”. Indicó que, al más alto nivel de gobierno, se vienen dando normas y discursos que dan cuenta de ese escalamiento.

“Entonces, lo que ha pasado hoy, cuando aparece Castillo y quiebra un poco el esquema de la idea de que se pierde espacio de poder, ese autoritarismo localizado escala. Y tenemos un autoritarismo que ha escalado, y que con este gobierno empezó a expandirse de forma descarada”, refirió.

“Y con esta estas últimas propuestas de reformas que ya buscan perseguir a medios de comunicación, a personas que opinan en las redes sociales, ese escalamiento está llegando a un nivel ya realmente dramático, podríamos decirlo, porque ya como decía son dramas que se viven cotidianamente, autoritarismos cotidianos a nivel de territorios específicos, pero ahora ya ha escalado demasiado”, puntualizó.

La derecha y extrema derecha

Finalmente, consideró que es evidente que hay un acuerdo y una mirada entre los grupos de derecha y de extrema derecha para tener como foco de atención los mecanismos para acallar la crítica de la ciudadanía, y quedarse hasta el 2026.

“No tengo certeza si es que es como un plan maestro que tiene tanta claridad acerca de que ir tomando, pero la política es como muy reactiva, muy emocional, ven el día a día también. Entonces, posiblemente son intereses que se van ahí amoldando, viendo donde más pueden avanzar, donde más pueden consolidarse, con un interés a corto plazo [que] es pasar esta ola de indignación de adelanto de elecciones y quedarse hasta el 2026, es el corto plazo”, opinó.

“Y obviamente hay otros grupos que quieren aprovechar esos espacios para beneficiarse más y más y más y más. Evidentemente, hay un acuerdo, hay una mirada entre los grupos de derecha, extrema derecha, frente a la ciudadanía, y es acallar la crítica. O sea, ese es un acuerdo que está ahí, que se ve en sus discursos, y saben que la ciudadanía tiene un poder también, que la ciudadanía movilizada puede hacer cambios, ha hecho cambios en el Perú, ha logrado evitar la consolidación de autoritarismos”, recalcó.

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