Diego García-Sayán - Ideeleradio
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Consejo de Derechos Humanos

Ideeleradio.- La comunicación remitida por la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU al gobierno de la presidenta Dina Boluarte es muy importante y tiene que ver con hechos graves, sostuvo Diego García-Sayán, exministro y expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).

Fue al referirse al documento que envió la ONU al representante de la Misión Permanente del Perú ante la ONU, Luis Juan Chuquihuara, en la que se pide al Gobierno que responda en un plazo de 60 días las diversas alegaciones que señalan un presunto uso abusivo de la fuerza durante las protestas.

“Es muy importante la información que se está comentando, porque no es usual que haya un pronunciamiento, una comunicación —como es el nombre que técnicamente se les da — de varios mandatos temáticos que creo que son ocho en este caso, que va desde tortura, ejecuciones extrajudiciales, etcétera, que se comuniquen y que lo hagan, además, con hechos tan graves que tienen que ver con homicidios, con persecución, con desapariciones, y con falta de investigaciones por la Fiscalía, por la justicia. Eso no es usual”, señaló en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.

“Es primera vez en años que hay una comunicación de esta naturaleza sobre el Perú, y naturalmente plantea un montón de temas que están en el debate periodístico y político en el Perú, que requieren en este caso ya no una respuesta en una conferencia de prensa, sino una respuesta internacional”, apuntó.

García-Sayán Larrabure no descartó, asimismo, que tras la respuesta que dé el Estado a la ONU pueda haber un pronunciamiento sobre el tema Perú en el Consejo de Derechos Humanos.

“El Sistema de Naciones Unidas no termina en una corte, no hay una corte mundial de derechos humanos, como en el Sistema Interamericano de manera que es difícil saber en qué pueda culminar esto. Puede haber, al final, un pronunciamiento sobre el tema Perú en el Consejo de Derechos Humanos, que es la instancia de derechos humanos más alta de Naciones Unidas, pero más allá de ello, esto pone de manifiesto que hay algo que está fallando”, aseveró.

Dos caminos

El exministro explicó que, si bien el Gobierno tiene dos caminos para responder a dicha comunicación, lo deseables es que se conteste afirmando principios y valores democráticos, señalando medidas correctivas, así como los lineamientos de acción política y de coordinación con instituciones.

“Entonces, una comunicación de este tipo tiene que dos caminos para ser respondida: uno es el camino por el que optan muchos gobiernos, como fue aquí el caso en la época del señor Fujimori, simplemente querer tapar el sol con un dedo, negar la realidad, decir que aquí todo está perfecto que todo se está investigando, que los hechos son falsos, que se trata de balas dum-dum, etcétera, ese es un camino”, recordó.

“Y el otro camino es el camino que desarrollan los Estados y los gobiernos democráticos y respetuosos de la institucionalidad internacional, que es decir: bueno, hablemos, qué cosa tiene que ser modificada, qué cosa tiene que ser rectificada para corregir aquello que se hizo mal y para que se hagan las investigaciones que ostensiblemente o no se están haciendo o se están haciendo de manera deficiente, con una Fiscalía que pareciera que dejó de funcionar el 7 de diciembre del año pasado, que era tan elocuente, tan cercana a los medios, y que ahora, pues, ha desmantelado las fiscalías supraprovinciales de investigación en derechos humanos en diferentes partes del país. Entonces, ese es el camino”, puntualizó.

Prevenir e investigar

Subrayó que la administración de Dina Boluarte tiene la oportunidad de una respuesta política democrática que tiene que estar dirigida hacia afuera del país y también hacia adentro. Remarcó que tiene que haber señales claras de una conducta diferente para prevenir y para investigar los hechos ocurridos.

“Yo creo que la oportunidad se le plantea al Gobierno, a la presidenta Boluarte, que está en medio de este escenario que muy fácilmente se podría decir que ella no ha causado, no ha generado, pero sí dar la posibilidad de una respuesta política democrática que al estar hacia afuera también tiene que estar dirigida hacia adentro, porque tiene que haber investigaciones en serio, tiene que haber resultados y tiene que haber señales claras de una conducta diferente para prevenir y para investigar oportuna y adecuadamente”, manifestó.

“El caso no en Puno, no en Andahuaylas, no en Ayacucho, sino en la avenida Abancay: la muerte del señor Santisteban una bomba lacrimógena —como todo el mundo lo sabe — se pasó una semana sin que la Fiscalía buscara y consiguiera en el plazo adecuado la filmación que había que permitiera fácilmente llegar a la conclusión de que esos hechos habían sido producidos por un grave error, por decir lo menos, de un efectivo de la Policía”, indicó.

El mundo no está para mecidas

Finalmente, explicó que todo lo que el Gobierno mencione en el informe va a ser analizado con precisión a nivel mundial. Subrayó que “el mundo, hoy día, no está para que le den una mecida y diga aquí todo está perfecto”.

“Entonces, todas esas son señales que a nivel mundial se detectan con precisión. O sea, el mundo, hoy día, no está —utilizando la terminología nuestra— para que le den una mecida y diga aquí todo está perfecto, se está investigando, porque la gente sabe cuáles son los hechos que han sido denunciados”, resaltó.

“De manera que yo invocaría al Gobierno, invocaría a la presidenta que dé un paso hacia adelante, y afirmar principios valores democráticos que no consiste en redactar un buen texto de respuesta, significa los lineamientos de acción política, de coordinación con instituciones. Es cierto, son [instituciones] autónomas, como el Ministerio Público, pero que si siguen al ritmo en el que están evidentemente están sepultando aspectos esenciales de la democracia en el Perú”, concluyó.

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