Alberto Vergara - Ideeleradio
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Su objetivo era la reforma

Ideeleradio.– La censura de Jaime Saavedra deja un legado pernicioso y profundamente negativo para el país, porque se le da validez a la defensa de los intereses particulares a través de un grupo de congresistas para detener las reformas, señaló el analista Alberto Vergara.

“El legado de la caída de Saavedra […] me parece sumamente pernicioso y negativo para el país, porque  lo que quedará como legado es que todo el que tenga un interés particular se junta, hace una chanchita, consigue a los congresistas adecuados para defender un interés particular, y el Ejecutivo, que debería defender el interés general, retrocede”, refirió en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.

Remarcó que es episodio es profundamente negativo para el país. Anotó que el interés real de los que buscaron su salida fue el detener los cambios en el sistema educativo.

“En realidad, uno tiene que ser consciente que el ministro Saavedra ha dejado de ser lo importante en esta ocasión. Todos sabemos que el interés real [de los que buscaron su salida] es detener las reformas que van en dirección de supervisar a las instituciones educativas, superior, primaria y secundaria privadas que desean no ser supervisadas como deberían ser en cualquier Estado”, aseveró.

Sostuvo que el punto central en torno a la censura de Jaime Saavedra es la Ley Universitaria, y estimó que hay pruebas de que lo querían sacar mucho antes del tema de las computadoras o los Juegos Panamericanos.

“Aquí se está buscando una excusa desde hace tiempo, y si lees los medios de internet de la derecha vienen acusando de ‘ministro estatista o estalinista’ a este tecnócrata del Banco Mundial, por querer regular la educación privada. El objetivo está allí hace tiempo”, declaró.

Una serie de reformas

Indicó que Jaime Saavedra dejó de ser el punto importante, porque lo que estaba en juego es una serie de reformas que apuntan a la construcción de un estado de Derecho, de una situación en la cual el interés general prevalece sobre la suma de intereses particulares.

“[El caso] es supercomplejo. En todo caso, o veo con bastante preocupación. Para mí este intento de sacar a Saavedra, por la manera y por lo que se busca, es al estado de Derecho lo que el intento de compra de Repsol fue al modelo económico, y esa vez hubo claramente una resistencia”, indicó.

“Y esa vez hubo claramente una resistencia y se defendió un modelo económico  y la subsidiaridad del Estado, hubo un claro consenso en defensa de la libertad de mercado, y en mantener al Estado alejado de la esfera económica; consenso que hoy no existe cuando se trata de hablar del Estado de Derecho, y eso me parece sumamente preocupante”, señaló.