Ideeleradio.- Hay indicios razonables que me hacen sostener que existió un acuerdo entre el gobierno de Honduras y la Organización de Estados Americanos (OEA) para obstruir la tarea que llevaba a cabo la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), denunció el ex integrante de dicho grupo de trabajo, Julio Arbizu.
Fue al referirse a su renuncia al cargo de procurador de la MACCIH, junto a la de Juan Jiménez Mayor, que se desempeñaba como jefe de tal comisión debido a la actitud del secretario general del organismo internacional, Luis Almagro, que pusieron en cuestionamiento.
“Yo te puede confirmar, esto es un asunto muy delicado, pero es mucho más que una especulación, sino que tengo indicios razonables para decir que hubo un acuerdo entre el gobierno de Honduras y la OEA para que esta misión no fuera lo que intentó ser”, dijo en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“Es decir, [en vez de esperar que dicha] misión entrara en los casos, ayudara a destapar casos de corrupción, los llevara al Poder Judicial vía una investigación solvente y rigurosa en el Ministerio Público conjuntamente con los funcionarios de la misión; esperaban que fuera una comparsa, una misión de acompañamiento a las instituciones. No tengo ninguna duda [de que así fue]”, indicó.
Arbizu González comentó que, después de una serie de irregularidades, el hecho que motivó su dimisión fue el intento de desacreditar a la misión de apoyo por parte del jefe del organismo internacional cuando tal grupo tomaba medidas que afectarían a poderosos políticos de ese país.
“El desenlace ocurre porque nosotros anunciábamos que entrábamos a un caso que involucraba una cantidad importante de diputados y una cantidad de representantes del Poder Ejecutivo hondureño, un caso muy grave de corrupción y empezamos a recibir una serie de ataques del oficialismo, y Jiménez va a Washington a comunicar esto al secretario general, pero este no lo recibe y nos enteramos que una hora antes de no recibirlo y menospreciar su visita, se había reunido con los representantes del gobierno hondureño”, denunció.
“El señor Almagro le envía una carta al presidente de la República de Honduras en la que le dice, ‘a pesar del apoyo que le hemos dado a la misión en Honduras, no han hecho nada, entonces vamos a aplicar correctivos’ […], en ese momento habíamos generado el procesamiento de diputados, que era un desvío millonario de fondos […] Entonces, había ya una serie de resultados concretos que apuntaban ya hacia un develamiento y es en ese contexto que ocurre eso”, explicó.
Por otro lado, informó que, mientras él se encontró en funciones, la OEA realizó acciones irregulares que sin duda entrañaban actos de corrupción.
“Ha habido cosas muy extrañas que en su momento comentaré, por ejemplo, funcionarios que nunca trabajaron en la misión cobraban un sueldo”, mencionó.
“Ello entraña corrupción sin duda, festinar fondos de la cooperación, que van a un país pobre como Honduras […] y desviarlos a pagos de favores políticos o de amiguismos es corrupción agravada”, aseveró.
La OEA
El exprocurador cuestionó a la misma Organización de los Estados Americanos, debido a que era esta quien tenía en su poder los fondos para la misión hondureña.
“La comisión no funcionaba con un solo sol del gobierno, esto era básicamente cooperación internacional […] que se entregaba a la OEA, que administraba y ejecutaba tales fondos”, comentó.
“Yo denuncié estos hechos a la inspectoría de la OEA, mucho antes de tomar la decisión de retirarnos […] y no nos respondían. La verdad es que ha sido una lucha constante contra la institución que debía cobijarnos […] Es lamentable en manos de quién está ahora la OEA”, apuntó.
Las comunicaciones privadas
Finalmente, denunció haber sido víctima de interferencia en sus comunicaciones telefónicas por parte de la representante de la OEA en Honduras, Claudia Barrientos, por encargo de Almagro.
“Una vez que yo renuncié […] y todavía siendo funcionario, porque tenía un plazo de un mes […], a mí se me quitó la línea telefónica y se empezaron a meter en mis comunicaciones. Tengo la prueba de que la representante de la OEA en Honduras ingresó a mis comunicaciones privadas de chats y redes sociales”, contó.
“Claudia Barrientos […] se había metido [en mis conversaciones privadas del móvil] y a mí me queda clarísimo que [fue] por encargo del señor Almagro. Yo quise hablar con Almagro [sobre esto]. Él anunció que tomaría cartas en el asunto, pero después no dijo más nada. Yo tuve que hacer una renuncia ante el Comité de Derechos Humanos en Ginebra para que se tomaran cartas en el asunto y entiendo que eso está todavía en trámite”, culminó.
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— Ideeleradio (@ideeleradio) 12 de marzo de 2018